Suaves, dulces y esponjosos son las tres de las principales características que todo bollo suizo debe llevar. Contrariamente a lo que muchos piensan, prepararlos suele ser sencillo como se ve en el paso a paso que compartimos en las siguientes líneas. Anímate a preparar esta receta y haz que tus desayunos tengan un toque especial y delicioso.
Ingredientes:
- 100 ml. de leche.
- 550 gr. de harina.
- 100 gr. de mantequilla.
- 100 gr. de azúcar.
- 150 ml. de agua.
- 40 gr. de levadura.
- 1 huevo.
- Una pizca de sal.
Preparación:
- Para que la masa tenga la consistencia adecuada es necesario que la leche se encuentre tibia. Mezcla la leche con el agua, mantequilla y azúcar hasta lograr una consistencia homogénea.
- Seguidamente, agrega la levadura junto con la sal y la mitad del total de harina. Masa hasta homogenizar nuevamente. Poco a poco, agrega el resto de harina, verás que haciéndolo de esta forma será más sencillo conseguir una masa suave, ideal para los bollos.
- Divide la masa en pequeñas porciones, de aproximadamente 80 gramos, y masa hasta formar bolas. Colócalas en una bandeja para hornear previamente forrada con papel vegetal que evitará que la masa se pegue a la bandeja. Ten en cuenta que la separación que debe existir entre una bola y otra debe ser la suficiente ya que estas duplicarán su tamaño cuando fermenten.
- Pintar la parte superior con yema de huevo y azúcar humedecida. Dejar fermentar en un espacio libre de corrientes de aire.
- Precalentar el horno a 200°C. y hornear por espacio de 15 minutos.
- Esperar a que enfríen y servir.